Las tareas de atención primaria que allí se realizan
ayudaron a reducir la demanda en el hospital Eurnekian. Desde el área de salud
se planean incorporar consultorios a fin de mejorar los servicios que se
prestan en la misma.
En sus dos meses de
trabajo desde que abrió sus puertas, la Base de Salud 31 de Barrio Uno, ubicada
en Juan B. Justo y Payró, a pocas cuadras de la Universidad Provincial de
Ezeiza, ya comenzó a entregar señales positivas.
Miles de pacientes
pasaron por sus instalaciones, lo que permitió, por un lado, un más fácil
acceso de los vecinos a la cobertura de salud, y por otro, una merma en la
demanda en la guardia del hospital Eurnekian, que estaba desbordada.
La Base, que vino a
cubrir el déficit sanitario en la zona que había ocasionado el traslado del
hospital, fue edificada en un espacio de 300 metros cuadrados en los terrenos
de la vieja usina. Cuenta con una sala de enfermería, dos consultorios, sala de
espera, recepción y baños. A su vez dispone de una Unidad de Cuidados
Intermedios (UCI), para estabilizar pacientes que llegan en una emergencia y
luego derivarlos, y un salón con entrada independiente para ambulancias.